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CON LA JONDURA EN EL ALMA, ASI PINTA M. BARAHONA 

Si lo jondo en el cante es expresar con sentimiento, ortodoxia, conocimiento, saber y buen gusto lo profundo del alma, Manuel Barahona es un pintor jondísimo. Todo en él es cante grande. En la pintura de Manuel Barahona palpita el dolor, el gozo y el sabor de lo auténtico. Su jondura está justificada, esta bien expresada, por lo entrañable de los temas que nos muestra, por la agudeza de sus esencias, por el sentido de la composición, por la armonía y la pureza del color, por la profundidad que da a su obra, por los sentimientos que nos transmite. El corazón de este gran artista ha sabido captar el significado de las vibraciones que le producen el campo y sus hombres; y ha sabido entender su misterioso lenguaje; el grito desesperado del campo sediento y el doloroso lamento de aquella agricultura milenaria que echa de menos el mimo del labrador, la sabiduría del hombre en su faenar directo y manual, antes de ser herida por tanta y tanta maquinaria.

Dicen que la naturaleza empezó a hablar en el murmullo de los arroyuelos, en la sonrisa de las flores. Manuel Barahona ha plasmado en sus lienzos toda la pureza del campo, de sus recuerdos, con tanta fuerza que al contemplarlos, viéndolos con los ojos del alma, te inunda una paz sublime o te escalofría la añoranza. Manuel Barahona tiene los pies en la tierra. Él no ignora la inevitable evolución de la vida ni el progresivo deterioro de la naturaleza, del campo. Él es consecuente, y sabiendo todo esto, con su talento y su gran amor por las cosas, rescata para el arte aquel campo tan vivo en su mente, tan dentro de su ser, tan en su sangre, como una necesidad; quizá porque cuando está creando sus paisajes, a sus personajes irrepetibles, se ve a sí mismo vendimiando, recogiendo algodón, vareando aceituna. La pintura de Manuel Barahona tiene poesía, tiene ritmo, tiene duende, te hace sentir. Como diría el poeta, toca nuestro sentimiento, despertando memorias dormidas en las profundidades del pasado. Artista con mayúsculas, nos enseña el campo que tan profundamente ama, el campo que a todos nos gustaría que siguiera siendo.

 

ANTONIO FERNÁNDEZ DIAZ

"FOSFORITO"